Era por la mañana, los nervios estaban a flor de piel y las ganas al 100%: así empezaba el día de la inmersión en La Restinga.
Fuimos de la mano de The Green Shark, quienes nos proporcionaron una ficha al entrar al local que tuvimos que rellenar para dejar constancia de nuestra salud, nos dio nuestros trajes y fuimos rumbo a la sodia en el muelle de La Restinga. Muchos hacen el bautismo en el puerto, a muy poca profundidad, pero en este caso llegamos a la zona de El Desierto, en el Mar de Las Calmas, a unos 50 metros de el límite de la Reserva.
El recorrido es sin duda maravilloso. El aire te llega a la cara y huele a mar, lo que sumado a la experiencia que sabes que estás apunto de vivir hace que te emociones mucho más. Una vez echan el ancla, te explican cuatro pasos básicos que debes saber: cómo tirarte al mar, cómo compensar, cómo debes respirar y cómo manejar el chaleco.
“Respirar de manera larga y relajada es clave”
Cuando te ponen toda la indumentaria sabes que ya llega el momento, te colocas en el borde del barco y te tiras hacia detrás. Una vez en el agua parece que hayas perdido el control de tu cuerpo, flotas boca arriba hasta que poco a poco te vas acostumbrando, y dejas que tu cuerpo fluya con el vaivén de las olas proporcionándote una sensación de paz indescriptible.
La inmersión comienza uno por uno, y cuando ya está todo listo y todo el mundo bajo el agua, comienzas a bucear rodeado de gran cantidad de especies. En el “desierto 3” puedes ver peces trompeta, viejas, sargos, morenas, salemas o gallos entre otros, y también puedes ver el coral negro a muy poca profundidad, que es un sello del lugar y una clara señal de la calidad del agua. Nos sumergimos hasta unos 10 metros de profundidad y buceamos un total de 40 minutos.
La experiencia fue increíble, la sensación de poder estar bajo el agua con total tranquilidad, viendo la vida desde una perspectiva tan diferente es única. No vamos a mentir: el agobio existe, y los nervios al principio son normales, pero merece definitivamente la pena.
“Ahora hay muchísima gente, tenemos más turismo canario que buceadores”
En la escuela nos contaron que normalmente salen a bucear cuatro veces al día, pero que últimamente, debido a la gran afluencia de turismo canario de la zona, están realizando incluso 10 bautismos de buceo cada día.
The Green Shark es el único centro ecológico a nivel de paddy de España, y este año han recibido el “Green Star Award” en reconocimiento a sus prácticas de conservación. Y es que además de practicas de buceo y formar a profesionales, la escuela hace una gran labor de concienciación sobre el cuidado de los océanos y el medio, y esto siempre suma.