En marzo de este año se decretó por primera vez, el Estado de Alarma como consecuencia de la crisis sanitaria generada a causa de la COVID-19, durante ese periodo nadie sabía a qué se estaba enfrentando el país. Todos eran conscientes del golpe que supondría para la economía y, sobre todo, para el sector turístico. En aquel entonces, sin embargo, parecía una preocupación lejana y desesperada: a nivel teórico, se han planteado muchas soluciones, pero se desconocía hasta qué punto se podrían poner en práctica.

Ahora, cuando la llegada de la vacuna se ha convertido en una posibilidad real, no se puede pensar solo sobre el presente. Es crucial pensar en el futuro; y en los posibles escenarios de recuperación del sector.

Según los datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), España ha sido, y continúa siendo, uno de los países más castigados por la crisis, habiendo perdido alrededor del 73% de visitantes en comparación al año 2019.

La esperanza de remontar durante la temporada de verano se rompió tras los rebrotes, que continúan hasta el día de hoy. Aunque las restricciones introducidas, como la limitación de aforo y toque de queda, junto a la promesa de la vacuna, han dado esperanza al sector, el veredicto sigue siendo el mismo: la recuperación a corto plazo no parece improbable, si no imposible. La ocupación hotelera sigue sin alcanzar un 30%, obligando a muchos hoteleros a poner en venta sus establecimientos.

Las PYMES, por su lado, son el otro sector fuertemente castigado por la pandemia. En España, más de 400 000 PYMES se dedican al turismo; y otras muchas están indirectamente relacionadas con el mismo. Esta codependencia no solo supone el cierre de muchos establecimientos, sino también la disminución del poder adquisitivo de muchas familias. Se genera, por tanto, una situación paradójica, en la que una gran parte de la población depende del turismo, pero no se puede permitir gastar dinero en ello. Y por otro lado, sin establecimientos turísticos, no puede haber turismo de calidad, ya que se disminuye significativamente la experiencia del cliente. Por tanto, es una crisis difícil de solucionar, ya que se tiene que mejorar en dos vertientes: reactivando los negocios por un lado, y creando un ámbito asequible y deseable para viajar, por el otro.

Teniendo en cuenta todos los datos, surge la obvia pregunta: ¿cuáles son los escenarios de recuperación? ¿Cómo se llevaría a cabo?

En lo que concuerdan todos los expertos es que la temporada de primavera 2021 será crítica para la recuperación del turismo. La temporada de verano puede resultar demasiado arriesgada, dada la apertura de otros destinos turísticos que pueden competir en cercanía y precio con España. La primavera, sin embargo, permite aprovechar la estacionalidad de algunas zonas, sobre todo, las Islas Canarias, para atraer al turismo y posicionarse como un destino único y seguro.

Los posibles escenarios de recuperación de la industria hotelera. Fuente: El Confidencial

 

Según Antonio López de Ávila, cofundador y CEO de Tourism Data Driven Solutions (TDDS), se puede esperar una recuperación en forma de “L invertida”: cuanto más seguros se sientan los pasajeros, más reservas se realizarán, algo que se comprobó cuando se levantaron las restricciones durante el verano. En el mejor de los escenarios que plantean varias organizaciones (entre ellas, OMT y Accenture), el escenario más positivo sitúa la recuperación en el año 2022, con unos números similares al de 2019.

Las otras opciones son menos positivas. Dependiendo de la rapidez de la distribución de la vacuna y las medidas preventivas, la recuperación parcial puede aplazarse hasta el año 2023, o incluso más en adelante. Incluso existen pesimistas que creen que la recuperación es imposible; aunque la destrucción total del sector parece improbable, sobre todo ahora, cuando la posibilidad de la vacuna se ha vuelto realidad.

La OMT remarca que, en todo caso, estos escenarios no son pronósticos, y no deben tomarse como tales. Y bien es cierto que velar siempre por el largo plazo puede resultar nocivo en algunas situaciones. Ahora, hay luchas más urgentes a ganar. Con la reciente aprobación de validez de la prueba de antígenos para viajar a las Islas Canarias, está en el horizonte otro rayo de esperanza para una temprana y fructífera recuperación.

Fuentes:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *