El año 2020 ha supuesto un verdadero cambio de panorama en todos los ámbitos de la vida. Sobre todo lo fue para aquellos sectores económicos y sociales que dependían del contacto humano. La forma de relacionarse, estudiar, llevar a cabo los negocios, ha sufrido una profunda transformación para la que, en principio, no está preparada. Sin embargo, hubo un enorme esfuerzo para poder seguir la situación – y lo sigue habiendo, a pesar de la enorme incertidumbre. En estas circunstancias, el sector turístico tiene muchas preguntas que se pueden resumir en una: ¿qué nos depara este 2021? ¿Dónde está el sector y hacia dónde está yendo? 

De esto trata el más reciente informe de CESAE Business & Tourism School, Perspectivas para el turismo. Horizonte 2020, en el que analizan la situación actual del sector y los factores que entrarán en juego a la hora de su recuperación.

La seguridad y la salud: lo primordial

La seguridad siempre ha sido un valor importante para el cliente, pero ahora ha pasado al primer plano. Las cuestiones sanitarias se trazan como un hilo rojo a lo largo de todo el informe, siendo la primera de estas el asunto de la vacuna. Las primeras dosis de la misma ya llegaron a España a finales de diciembre, y desde entonces los diferentes gobiernos autonómicos han comenzado sus amplias campañas de vacunación. Asturias, Comunidad Valenciana, Cantabria y Castilla y León son comunidades que mejor ritmo llevan, mientras que País Vasco, Navarra y Madrid se sitúan notablemente por debajo. Sin embargo, según indican las autoridades, se está siguiendo un ritmo óptimo de vacunación, algo muy importante para frenar la expansión del virus.

Si España consigue aumentar – o simplemente mantener, – esta tendencia, puede acelerar la recuperación de los diversos sectores económicos afectados; entre ellos, el turismo. No hay que fiarse solo de las vacunas, que tardan en hacer efecto, sino que seguir cumpliendo las medidas sanitarias establecidas durante los meses anteriores. En estos aspectos, los profesionales del sector han dado un gran ejemplo de adaptación, coherencia y cuidado, tratando de proporcionar el mejor servicio posible incluso en las condiciones tan complicadas. Todo esto en su conjunto aporta una sensación de seguridad al turista, que está deseando volver a viajar. 

La transformación empresarial

Uno de los principales cambios que tendrá que adoptar el turismo en este 2021 es la creciente digitalización de todos los sectores. Administración de la hostelería en la nube, la robotización de algunos de los servicios (como los robots camareros en Aloft Hotel) son factores que permiten minimizar el contacto humano si así se desea; posibilitan una mayor flexibilidad; y alivian algunas tareas muy complicadas de realizar. Los pequeños asistentes robóticos, por ejemplo, supusieron una enorme mejora para aquellos turistas que han tenido que realizar su cuarentena en el hotel.

Para seguir atrayendo a los clientes, por tanto, es necesario que las empresas de todos los ámbitos sean capaces de seguir esta tendencia. También juegan un papel importante las ayudas públicas, dirigidas a un sector altamente dañando por la pandemia. En España, la gran parte de negocios que se dedican al turismo son aquellas pequeñas y medianas empresas que no se ven. Los bares y restaurantes, aquellos que se dedican al ocio y excursiones, los minimarkets son una parte esencial para la experiencia del turista, y son los que más perjudicados salieron de esta situación. Y para salir de allí, se necesita colaboración, tanto con el Gobierno como dentro de todo el sector. 

El cambio de prioridades

Al igual que el propio sector, sus consumidores también están cambiando, tanto por la situación actual como por la evolución natural que sufren todos los sectores. Sus prioridades y necesidades se transforman, y es necesario estar al tanto y preparado para ello. 

Se están observando, principalmente, dos tendencias importantes respecto el comportamiento del turista. En primer lugar, hay un auge de turismo de lujo, que es de los primeros segmentos en recuperarse a niveles pre-pandemia. Hasta hace poco, era un nicho por el que no se apostaba mucho, y que, sin embargo, tiene muchas cosas que ofrecer. Debido a su capacidad económica, el turista de lujo es capaz de viajar prácticamente en cualquier circunstancias; y puede traer consigo unos ingresos considerables, tan importantes para los diferentes negocios en estos momentos. 

Por otro lado, hay una clara prominencia de viajes domésticos y de naturaleza. En España, hay un tejido sólido de turistas que provienen desde dentro del país. Más aún cuando las fronteras están cerradas, pero las ganas de viajar no desaparecen. Muchos turistas lo han visto como una oportunidad de explorar aquellas cosas que tenían cerca, pero a los que nunca prestaron atención. Además de esto, el turismo rural ofrece unos valores únicos y exclusivos al mismo: la posibilidad de relajarse, conectar con la naturaleza y dejar atrás, aunque sea por un momento, las preocupaciones de grandes ciudades. Ahora es más importante que nunca fomentar este tipo de actividades, que pueden potenciar otro segmento del turismo que siempre ha estado en el segundo plano.

La reestructuración de un sistema establecido nunca es fácil. Requiere mucha resiliencia, una alta capacidad de adaptabilidad y una vigilancia muy cuidadosa del entorno para comprender en todo momento las tendencias, necesidades y capacidades del sector y de su clientela. 

Fuentes:

https://www.hosteltur.com/comunidad/nota/024680_el-futuro-del-turismo-tendencias-y-retos-para-2021.html

https://www.cesae.es/

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