Tras tres meses de confinamiento, un sinfín de planes y viajes cancelados, viviendo en una incógnita constante y con la incertidumbre como plato principal de cada día, comienza la nueva normalidad, y con ella, volvemos a viajar.

A la hora de barajar los nuevos destinos para nuestras vacaciones, no nos podemos olvidar de algo, y es que el paraíso está mucho más cerca de lo que imaginamos. Canarias es, sin lugar a duda, el destino perfecto.

Cuando pensaba en visitar Canarias, en viajar entre islas, siempre lo iba posponiendo, porque al estar tan cerca siempre creía que iba a tener tiempo, que iba a haber algún momento para hacerlo. Pero, ¿cuándo mejor que ahora? Cuando más nos necesitamos, y cuando empieza a ser más que necesario redescubrirnos.

Todas las islas tienen su encanto, pero El Hierro tiene algo especial, pues en tan solo 268 km2 tiene espacio mas que suficiente para no dejar nunca de sorprender. Y es que es una isla de contrastes: grandes acantilados se erigen en cada orilla, y en su caída al mar se convierten en parte de uno de los fondos marinos con mayor biodiversidad de Europa. La laurisilva se mezcla con lo volcánico en un abrir y cerrar de ojos, y sus microclimas hacen que en un corto trayecto puedas pasar de 12 a 29 grados.

 

«Antes de irte de El Hierro ya quieres volver, y esto no ocurre en muchos lugares del mundo. Pero es que tiene algo que cautiva, que te atrapa, y que hace que siempre quieras disfrutarla y descubrirla un poco más»

 

La larga carretera para subir a La Dehesa hace que todo lo demás pase a un segundo plano, y que tus cinco sentidos se entreguen por completo al paisaje. A sus curvas, a la estrechez del camino, a la naturaleza volcánica que no deja de sorprender, y a algo que sin duda no puedes creer: la  perfecta división del océano y el Mar de las Calmas, donde se puede ver una línea que separa un mar bravo y con oleaje, de uno tranquilo y, como su propio nombre indica, en calma. Y es que quizás esta sea la definición de la isla, tal y como la muestra la propia naturaleza, pues en El Hierro tu puedes decidir cómo quieres que sea tu viaje, atrevido y aventurero, o relajante y  de desconexión.

Es la isla más joven, y por lo tanto la menos erosionada. Debido a esto resulta tan atractiva y diferente, y hace que se aleje algo más del tópico de sol y playa. Sin duda si lo que buscas son playas paradisiacas este no es tu lugar, pero si en cambio lo que quieres es disfrutar de una cantidad de innumerables experiencias en un espacio reducido, este lugar tiene todas las papeletas para ser el indicado. Puedes despegar a mil cien metros de altura para volar en parapente desde Dos Hermanas, y así disfrutar de una diferente perspectiva de la isla, bucear en las profundidades del Mar de las Calmas, para descubrir todo lo que su mundo submarino tiene para ofrecer, o recorrer cada uno de sus senderos y dejarte maravillar por su naturaleza.

La sensación de libertad es la predominante, pues aquí es el lugar donde se dan las circunstancias perfectas para desconectar del resto del mundo, y conectar contigo y con el momento que estás viviendo. Cerrar los ojos, dejar que la brisa marina te arrope, y abrirlos para disfrutar de un atardecer desde el Faro de Orchilla, es uno de los muchos placeres que esta isla tiene para ofrecer.

 

“La primera vez que vienes a El Hierro sabes que no será la última”

 

El Hierro es de su gente, y esto le aporta ese carácter tan familiar y tranquilo, porque cuando te tratan con cercanía, te sientes como en casa, y eso reconforta. Sus tradiciones se han convertido en las raíces de cada uno de ellos, y por eso es tan importante aquí “La Bajada”, donde la Virgen de Los Reyes, el primer sábado de julio cada 4 años, es acompañada desde la Ermita de los Reyes de madrugada, hasta su llegada a Valverde ya en la noche, y que se ha convertido en una celebración que sirve de encuentro para familiares que, por diversos motivos, han tenido que emigrar.

 

“Los herreños somos como las sabinas, nos adaptamos a todo lo que venga, pero siempre estamos anclados a nuestra tierra”

 

Todos los que algún día visitan la isla, vuelven, porque es incansable. De tranquilidad y desconexión, a adrenalina y aventura, tú eliges. Pero ten por seguro que sea lo que sea lo que sea, te aportará una nueva conexión contigo mismo y con el entorno que te rodea y, como no, mucha calma.

 

La Sabina de El Hierro
La Sabina de El Hierro
Vistas desde El Julan
Vistas desde El Julan

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Futurismo Canarias fue invitada como parte de la comitiva de la OMT y periodistas especializados de turismo, al viaje que certifica Canarias como destino seguro libre de COVID. Gracias a El Cabildo de El Hierro y a Promotur por querer contar con nosotros en esta experiencia.

Estén atentos, porque este viaje a El Hierro acaba de empezar.

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