Madeira
En una época dónde la COVID-19 domina la normalidad de cada región, la incidencia del virus determina las posibilidades y forma de vida de sus habitantes. Así, encontramos zonas que históricamente muy cercanas geográfica y culturalmente experimentan grandes diferencias entre lo que sus residentes pueden hacer. Esto, sin embargo, no es únicamente debido a la diferente evolución del virus de manera casual, sino que está altamente relacionada con las diferentes medidas políticas llevadas a cabo en cada región.

De esta manera, las diferentes limitaciones que los gobiernos nacionales y entes locales van desarrollando afectan a las posibilidades económicas y sociales de sus ciudadanos. Por supuesto, el turismo, como todos nos podemos imaginar, no se ha visto exento de esta nueva norma, sino que resulta, más que ningún otro sector, afectado tanto por el desarrollo del virus como por las decisiones políticas.

La toma de decisiones es especialmente compleja en una situación que mezcla la falta de antecedentes y estudios previos con una urgencia que acelera aún más el proceso de toma de decisión. Es por ello, que se hace especialmente importante observar las diferentes formas de afrontar esta crisis en otros lugares del mundo.

A principios del mes de noviembre los World Travel Award definieron a Madeira como mejor destino insular de Europa. Madeira, a pesar de verse altamente afectado por el descenso de la actividad turística (principal motor económico de la región) ha conseguido mantener una incidencia baja del virus (siempre por debajo de los 25 casos cada 100.000 habitantes y con solo 2 muertes registradas) a la vez que ha podido permanecer en las listas seguras en las que los países permiten viajar.

Turistas en el aeropuerto
Turistas en el aeropuerto

 

¿Cuál es el modelo de Madeira?

 

  1. Madeira fue pionera en elaborar un plan específico. El 1 de julio Madeira se abrió al turismo por primera vez después de la oleada de primavera y lo hizo implementando un Plan de Normalización para la Accesibilidad Aérea. Este plan preveía todo un conjunto de protocolos que consiguió no solo reducir el número de casos importados sino crear una sensación de seguridad en el turista.

 

  1. Test de entrada gratuitos. Todos los aeropuertos y puertos nacionales e internacionales de Madeira disponen de un espacio donde los turistas recién llegados a la isla pasan a hacerse una PCR. Y lo más importante, estos test no tienen ningún coste ni para los turistas -sin importar su nacionalidad- ni para los empresarios locales y por tanto, no encarece su estancia allí.

El comunicado de los resultados se hace en un máximo de 12 horas y los turistas pueden, si prefieren, presentar un test hecho en su lugar de origen si no supera las 72 horas. Esto, permite a su vez considerar “seguras” todos los traslados internos, de modo que no es necesario hacer nuevos test a los vuelos interinsulares ni a los desplazamientos en barco. Además, esta medida, al afectar simultáneamente a puertos y aeropuertos permitió a Madeira recibir cruceros desde su reapertura en julio.

Aeropuerto de Madeira, Portugal
Aeropuerto de Madeira, Portugal

 

  1. Monitorización y medidas de refuerzo. Madeira también exige a todos los pasajeros una encuesta epidemiológica elaborada por la Autoridad Regional de Salud que se debe entregar entre 12 y 48 horas previas al embarque. Esta encuesta lo conecta con los rastreadores que le informan de las novedades vía correo electrónico. Además, reciben un código QR que los identifica y que deben presentar a su llegada al aeropuerto. De la misma manera, todos los pasajeros y personal a bordo pasan por un control de temperatura.

 

En caso de haber dado positivo o ser sospechoso por alguna de las vías explicadas anteriormente, los pasajeros son monitorizados por teléfono o -voluntariamente- a través de la aplicación Madeira Safe to Discover creada ad hoc para facilitar la comunicación con los turistas. El confinamiento por positivo, es obligatorio por un período de 14 días en su domicilio, establecimiento hotelero o en instalaciones provistas por las autoridades sanitarias. En caso de operaciones de repatriación, el seguro de viaje obligatorio incluye dicho servicio. El coste de todo este operativo (médicos, alojamiento y manutención tanto del afectado como de sus acompañantes) lo asume el gobierno regional de Madeira.

Tras una semana, el pasajero será sometido a una nueva prueba para decisión de la Autoridad Sanitaria Regional. En cuanto a los gastos relacionados con las operaciones de repatriación estarán cubiertos por el seguro de viaje de los pasajeros. Si el resultado es negativo, los turistas podrán continuar sus vacaciones y disfrutar del archipiélago sin restricciones adicionales.

Muestras de Test Covid -19
Muestras de Test Covid -19

Madeira ha recibido un total de 1,7 millones de turistas entre enero y septiembre (3,6 millones menos que en 2019). Aun así, sus niveles de ingresos en 2020 rondan el 65% de los del año anterior -esto es casi el doble que en la mayoría de archipiélagos turísticos europeos-. Probablemente una reacción temprana por parte del gobierno local, unida a las facilidades que se da en esta región a las pruebas COVID -sin costes para empresas ni turistas- han favorecido la imagen de estas islas como un destino seguro sin un aumento excesivo del precio.

Según declaraciones de los gobiernos locales, la elaboración de estos protocolos ha supuesto un sobrecoste al sector público importante que, sin embargo, no se arrepienten de haber llevado a cabo: “El destino ha sabido gestionar la pandemia de la mejor forma posible y sigue abriendo sus puertas para ofrecer una experiencia inolvidable a quienes quieran visitarnos, siempre con las máximas condiciones de seguridad sanitaria”.

 

Fuentes:

 

 

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