Amamos contar historias, porque no queremos que nos olviden. Pero… ¿qué hace que una historia sea buena?, ¿qué conseguimos al contar una historia?, ¿por dónde comenzamos? Éstas son las preguntas que hace Élia Guardiola, una de las 15 personas más influyentes del Marketing Digital de habla hispana y fundadora de la Escuela StoryEmotion, a la hora de plantear la creación de un storytelling.

En el webinar sobre “Cómo aplicar el Storytelling en el sector del turismo”, que tuvo lugar el 23 de marzo a través de la plataforma YouTube, Élia explica, ya de primeras, que la información que aportará será de utilidad tanto para uso particular como profesional, independientemente de cuál sea el sector que se represente.

Para empezar, se debe definir el concepto. Para Élia, el storytelling es el arte de comunicar la filosofía y esencia de un producto o un servicio, incluso, de la propia marca en sí. Esta estrategia no es tan actual como se piensa, ya que tiene sus orígenes en la época de las cavernas, cuando se utilizaban las pinturas rupestres como medio de transmisión de todo lo que transcurría alrededor de la cueva. Sin embargo, hoy en día hemos potenciado esta herramienta para informar de una forma masiva, a la vez que emocionamos a nuestros futuros clientes. Con esto queda claro que contamos historias para no olvidar quiénes somos ni de dónde venimos.

Pero… ¿sabemos realmente lo que se necesita para tener una buena historia? La confianza en el narrador, el drama, la capacidad de relatar, la inmersión, la simplicidad, la implicación y la familiaridad son los siete elementos que, la especialista en marketing emocional y experiencial sugiere tener en cuenta ante la intención de generar sentimientos a largo plazo entre una marca y sus clientes.

El objetivo siempre será crear acciones que involucren a los usuarios y les produzcan confianza, trabajemos, por tanto, la cercanía” –Élia Guardiola

Los 7 elementos para crear una buena historia

Asimismo, explica el modo en que estos siete elementos, utilizados de la forma adecuada, pueden producir ciertos efectos beneficiosos para la marca. En concreto, menciona cinco resultados:

  • Efecto sorpresa, aquel que causa un impacto positivo en el cliente.
  • Efecto personal, refiriéndose al que genera emociones y conecta con el corazón.
  • Efecto valor, para potenciar el propósito de la marca.
  • Efecto memoria, para que la historia permanezca a lo largo del tiempo.
  • Efecto relevancia, relacionado con los aspectos que permiten conocer la marca más allá de su fachada, es decir, aquellos que ponen en evidencia la parte humana de la empresa.

Ahora bien, ¿por dónde empezar? Lo esencial, según la copywriter y creadora de contenidos, es conocer la razón de ser de la marca y el propósito para crear el storytelling, enfocándolos siempre hacia nuestro público específico, a través de las distintas estrategias de comunicación y plataformas, en función de los intereses de nuestro nicho de mercado. Guardiola hace énfasis en la personalización, poniendo en evidencia el trabajo que hace la marca por acercarse a sus clientes, y destaca un lema dirigido a satisfacer sus necesidades, ofreciéndoles cercanía y participación. Por ende, hay que gestionar todas las herramientas con cariño, para que, cuando nuestro plan de comunicación esté definido, sepamos cómo ponerlo en marcha.

Élia destaca aquellas marcas turísticas que no se centran en generar una sola emoción (porque dura poco tiempo), sino que trabajan en varias de ellas para que, posteriormente, se conviertan en un sentimiento que perdure. La idea es, en definitiva, huir de las emociones líquidas a través de acciones digitales y analógicas que lleven a conectarlas con sentimientos, de carácter más constante, para obtener fidelización. Las empresas que destacan son aquellas que motivan a sus clientes a saber más del negocio, porque generan experiencias que definen a su marca y, así, crean una storyexperience.

Frase del libro «Love marks» de Kevin Roberts

La profesional concluye la formación proporcionando algunas palabras claves, que deben ser recordadas e interiorizadas:

  1. Argumentar, porque -a sabiendas de que el cerebro, inevitablemente, va a buscar respuestas a las preguntas- debemos tener claras aquellas que se refieran a nuestra marca.
  2. Imaginar, ya que estimula al cerebro -de manera inconsciente- a recrear una posible situación y, con ello, surgirán especulaciones generadoras de emociones hacia nuestro producto o servicio.
  3. , porque eres la base de la comunicación que se centrará en el cliente, así que tus estrategias y tu rigor definirán tus resultados.

Las buenas marcas cuentan historias. Las grandes, hacen historia creando historias”

He ahí la clave del storytelling: generar emociones que sean naturales. Y, para ello, lo recomendable es:

  1. Focalizar la estrategia en la experiencia que queremos que viva el cliente.
  2. No centrarse sólo en la marca (de turismo, en la ocasión celebrada), sino en el entorno (gastronomía, otras actividades…) para involucrar a la audiencia.
  3. Usar los blogs y RRSS para posicionar y dar visibilidad a la marca, con contenidos de valor que enamoren tanto al cliente como a Google.
  4. Experimentar con diferentes formatos de storytelling: 5 segundos para comenzar pueden aportar valor; seguir probando hasta ver qué es lo que le gusta al cliente, para lograr crear en él un deseo impulsivo de querer estar con la marca.
  5. Preguntar al público que te sigue, creando sensación de cercanía y pertenencia, porque su opinión importa.
  6. Cuidar la calidad del contenido material que se ofrece y mantenerse actualizado.

Redacción: Isabela Cataño Gálvez y Alejandra van Grieken del Castillo

Colaboración: Salma Díaz Rodríguez, Samuel Linares Fumero y Eva Mª Muñoz Izquierdo

Fuente: contenido e imágenes del propio webinar