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Este post tiene una connotación reflexiva, que involucra tanto a los agentes turísticos como a los que han hecho del turismo un estilo de vida. Es importante concienciarnos sobre las dimensiones y las consecuencias de nuestras acciones en los diferentes ámbitos socioculturales, medioambientales y económicos. Es conocida  por todos la magnitud que ha alcanzado la contaminación medioambiental a nivel mundial y significa un reto para la industria turística el crear herramientas que reduzcan los niveles de polución en las ciudades en las que se desarrolla dicha actividad.

A lo largo del tiempo, se han creado distintas tipologías de turismo con el fin de paliar las consecuencias del consumo sin control del turismo y sus efectos negativos, llegando posteriormente a una idea común que recibe el nombre de “Turismo Sostenible”. Este concepto ya está arraigado, y es definido por la OMT (Organización Mundial del Turismo) de la siguiente manera: “El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.

 

Siendo realistas, la sostenibilidad plena de un destino, es más un sueño que una realidad, dado que el ser humano ha sido diseñado para consumir y la industria para satisfacerlo, provocando la destrucción del medioambiente. Sin embargo, no todo está perdido, se puede conseguir un equilibrio entre ambas partes. Tal como es el caso de Costa Rica, un país modelo en desarrollo sostenible, el cual valora los recursos que posee y aprovecha la capacidad humana para conservarlos, lo que da valor agregado al destino. Este país lleva diferentes acciones a cabo que contribuyen a preservar y proteger la flora y fauna que le caracteriza, y además involucra al gobierno y los productores de servicios en diferentes proyectos. No obstante es un país con menor población que el nuestro y esto es un factor que influye notablemente.

No es fácil conseguir ser un destino como Costa Rica, pero existen diferentes medidas e instrumentos que llevan hacia la vía de la sostenibilidad, estas directrices y prácticas han de aplicarse en los establecimientos hoteleros y a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos, incluidos los diferentes segmentos turísticos. Estas medidas y herramientas son:

  • Botones de descarga media o completa del inodoro
  • Medidas de ahorro energético y consumo de agua en las habitaciones y cuanto menor sea el consumo del huésped durante su estancia se premia con incentivo
  • Reutilización de aguas residuales para el inodoro, riego de jardines y campos de golf
  • Lámparas de bajo consumo
  • Sensores de movimiento para los grifos y el alumbrado
  • En temporada baja, apagar la iluminación de aquellas plantas que no se utilicen
  • Proveedores de la zona que contribuyan a la producción local

Por otro lado, no solo el destino debe enfocarse hacia sostenibilidad, sino que el turista también, para que la única huella que deje en el destino sea la de sus zapatos. Para lograrlo existe la siguiente lista de consejos:

  1. Elige proveedores que te ofrezcan garantías de calidad y de respeto a los derechos humanos y al medio ambiente.
  2. Utilice los recursos naturales, como el agua y la energía, con moderación.
  3. Trate de minimizar la generación de residuos.
  4. Desecha los residuo de forma limpia, utilizando contenedores adecuados.
  5. Al comprar regalos y recuerdos busque productos que sean expresión de la cultura local.Favorecerá la economía de los pueblos que le acogen y la diversidad cultural.
  6. No adquiera flora y fauna protegida, ni productos derivados de dichas especies. Es un delito y contribuye a su extinción.
  7. En su destino disfrute conociendo la cultura, costumbres, gastronomía y tradiciones de las poblaciones locales. Respételas y acérquese a ellas.
  8. Sácale partido al transporte público.Utiliza una bicicleta.

Quizás la práctica y el desarrollo del turismo sostenible no se pueda cumplir al 100%, pero poco a poco, tanto destino como turista, se enfocan hacia un mundo sustentable. No solo de forma interna, mediante certificaciones ISO o reconocimientos, sino también hacia el exterior, que sea la población, la que tome conciencia del valor de preservar los recursos medioambientales, los cuales son un importante recurso económico y de identidad. A su vez, se debe respetar y conservar la autenticidad sociocultural en las comunidades anfitrionas, que aporta la riqueza cultural que identifica al destino. Por último, tanto las autoridades gubernamentales como los agentes implicados, deben asegurarse que la actividad económica sea viable a largo plazo, aparte de dar beneficios socioeconómicos y que estos se repartan equitativamente.

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