sino también al turismo que viene a un destino paradisíaco en busca de la relajación y
tranquilidad y, en ocasiones, se encuentra atascos que le impiden la puntualidad para acudir
a sus estancias o puntos de encuentro o, incluso, al aeropuerto de retorno a su lugar de
origen. Esta no es, desde luego, la mejor imagen que le podemos dar a un turista para
convertirnos en un destino líder.
Para poder ahondar en estos problemas debemos analizar tres puntos fundamentales. El
primero de ellos es el transporte público del que disponemos. El segundo es dar otras
alternativas para que el ciudadano cambie sus hábitos de movilidad, de forma que seamos
capaces de solventar la falta de espacio y canalizar las principales retenciones. El tercero,
por último, analizar nuestras infraestructuras, en especial la posible ampliación de las dos
autopistas, sur y norte, el proyecto de un tren que comunique al sur, y si los aeropuertos de
los que disponemos, en especial el aeropuerto reina Sofía, como aeropuerto destinado al
turismo, es el que queremos tener en un futuro y el que merecemos.
En relación al primer punto, aunque los precios han mejorado mucho con los nuevos bonos
mensuales para jóvenes y la incorporación del tranvía en el área metropolitana ha venido a
solventar muchas de las quejas que tenía el usuario, existen una serie de quejas a las que
hay que dar respuesta. Aún son muchos los ciudadanos que se quejan del alto precio de los
trayectos. Algunos ven clara la necesidad de acortar recorridos para permitir una mayor
eficiencia en los viajes, que puede llegar a hacer que un trayecto que en coche ocupa 15
minutos, se tenga que hacer en 45 minutos en área metropolitana. Otros claman por la falta
de frecuencia de algunas líneas, sobre todo fuera de dicha área, ya que a veces los viajeros
deben esperar hasta dos horas para poder tomar el próximo transporte. La posible
introducción de nuevas compañías que operaran en este servicio daría la posibilidad de
mejorarlo, de forma que muchos usuarios pudieran preferir tomar el transporte público en
vez de su propio coche y, de esta forma, no solo mejorar la movilidad en las carreteras de la
isla, sino la imagen que damos y reducir la contaminación y sus efectos.
Otra solución para solventar los problemas de las congestiones en carretera es modificar los
patrones de movilidad y que seamos conscientes de que hay que pasar a un uso más
sostenible. Se debe expandir la idea de compartir coche para los desplazamientos, la
utilización de micros para trabajadores y para escolares es absolutamente necesaria y
podría descongestionar las vías. La introducción de los coches eléctricos apenas ha sido
notable en las islas debido al alto coste, por lo que parece claro que se necesitan incentivos
para que cambie la preferencia del comprador. En ciudades como Santa Cruz se ha vuelto
una odisea conseguir un aparcamiento, especialmente en hora punta, y nos preguntamos
porque no se han atrevido a implantar medidas como las implantadas en Madrid para la
circulación en zonas del centro de la ciudad.
La solución que vemos primaria no es la de construir carreteras y comernos con ellas la
mitad de nuestro territorio. No obstante, los datos del número de vehículos diarios que
circulan por la autopista sur, 100.000 vehículos, nos llevan a reflexionar si no se ve
claramente necesario ampliar con un carril dicha vía. El tramo de la autopista que circula por
Guaza (Arona) es uno de los que cuenta con mayor densidad de tráfico de España y,
además, según los últimos datos, el volumen de tráfico en ese tramo crece en un 9,3%
interanual. En la zona norte, esta situación es aún más complicada. ¿Estamos dispuestos a
no aportar algún tipo de solución ya?
El proyecto del tren del sur podría tener cabida para tratar de aliviar un poco la situación
pero, en todo caso, no se plantea como una solución al corto plazo. En cuanto a las
infraestructuras, en todo caso y, sabiendo que de momento hemos tenido nuestro pico en
número de turistas, pero aspiramos a ganar muchos más y a seguir manteniéndonos como
un destino líder, debemos pensar que, aún solucionando los problemas de movilidad por
carretera, necesitamos contar con un aeropuerto que de cabida al turismo del futuro y
debemos pensar si el aeropuerto sur es el que queremos y merecemos de cara a ese
futuro.