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Esta semana se ha presentado en la ciudad de Valencia el informe de Soluciones de inteligencia artificial y ética, elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Turísticas. Estas soluciones serán algunos de los factores elementales para la recuperación de la actividad turística. Pero, ¿qué es la inteligencia artificial? y ¿cómo efectúa su contribución al turismo?

¿Qué es la inteligencia artificial?

Consiste en la implementación de tecnología sustituyendo servicios que hasta ahora eran realizados por las personas. La robotización de servicios acelera la asistencia a los usuarios de tecnología y abarata los costes de producción a el largo plazo. Esto es así porque los tiempos de espera se ven reducidos, al igual que el margen de error. Con ello aumentan tanto los beneficios de la producción como la satisfacción del cliente.

Mapa de comportamiento del turista. Datos del turista.
Figura 1. La inteligencia artificial ética en el turismo.

En la actualidad, la capacidad de la inteligencia artificial se conoce en el sector turístico como inteligencia turística. Esto es, la aplicación de sistemas de robotización en procesos de producción y la implementación de sistemas que recaban datos sobre las personas, en especial, sobre su comportamiento en el desarrollo de los movimientos durante la estancia en los viajes. Estos datos sobre el turista, posteriormente son estudiados con diversos fines: mejorar la eficiencia de los servicios en empresas o en destinos, conocer mejor las necesidades del cliente, poder anticiparse a sus deseos y dirigir la dirección de la demanda de productos turísticos. El comportamiento de las personas es analizado a través de la recolección de los datos que se generan en acciones rutinarias como son el uso de una tarjeta de crédito, la conexión a redes wifi públicas o los desplazamientos que realizamos medidos a través de la conexión de nuestros teléfonos móviles a las antenas móviles mientras nos desplazamos.

Al igual que en toda planificación estratégica, la inteligencia turística se aplica a diferentes escalas, dependiendo de los factores que deseen ser medidos, de la institución que los mide o del producto turístico que se desee analizar. Ello significa que  es posible aplicar inteligencia turística tanto a un alojamiento, como a un aeropuerto, a una ruta turística o a una ciudad, dependiendo de la concordancia que se desee obtener en el conjunto de datos.  En muchos casos, las diferentes acotaciones de sensorización se encuentran conectadas entre sí. A menudo los datos generados son ofrecidos al público de manera privada, mediante pago. Otras veces esta información es proporcionada al público general, lo que se conoce como Open Data, y suele ser ofertado por entidades gubernamentales.

Esta manera de actuar deja entrever que la privacidad de los individuos es, cada vez más, una quimera y es en este preciso punto, donde ha cobrado relevancia el deber de operar desde la ética los sistemas de datos y el respeto hacia el ser humano ya que este se ve, entre comillas, indefenso ante la capacidad de analítica de su proceder por parte de las instituciones privadas y gubernamentales de los destinos.

Figura 2. La inteligencia artificial ética en el turismo

Este es el tema principal que ha abordado la presentación del resumen sobre Soluciones de inteligencia artificial y ética de turismo de la Comunidad Valenciana, donde se ven recopilados los valores a desarrollar en la captura masiva de datos, conocida como Big Data.

El documento avala la utilidad de estos métodos de monitorización sobre las opciones de segmentación de productos turísticos en el mercado, mediante la apuesta por algoritmos éticos que sustenten un buen desarrollo de las prácticas de inteligencia en el turismo.

Los usos de la información masiva generada por el internet de las cosas (IOT por sus siglas en inglés), están siendo enfocados hacia la optimización de recursos y con vistas al aumento de sostenibilidad en las ciudades así como al incremento de comodidades en algunos productos turísticos, es el caso del alojamiento. Los consumos energéticos están siendo controlados de manera exhaustiva, logrando una mayor previsión de gasto en ciudades y municipios. Del mismo modo, muchos de los establecimientos hoteleros están estudiando el uso de esta clase de elementos en las instalaciones hoteleras, por ejemplo en la iluminación de las habitaciones o el estudio de los movimientos realizados en un colchón durante las horas de sueño de los clientes, estudio que puede permitir al empresario, conocer más a fondo las necesidades de confort que precisa una determinada persona y mejorar así el producto de cara a futuras pernoctaciones.

Figura 3. La inteligencia artificial ética en el turismo.

Desde Futurcan, avalamos la coexistencia entre uso de la tecnología a favor del empresario y el respeto por el turista, a nivel ético y moral. De este modo la inteligencia artificial permite el óptimo desarrollo de la actividad, de forma paralela al tratamiento responsable de los datos. Es importante promover una publicidad de las prácticas empresariales, las cuales generan -al mismo tiempo- mayor nivel de confianza en un público cada vez más informado acerca de la concesión de su privacidad. El usuario es consciente del pago de un precio implícito al consumir el producto turístico -en este caso- aceptando y otorgando, a la vez, a la empresa la posibilidad del uso de sus datos.

Autor:

Fátima Sánchez-Reolid Marín.

Colaboración:

Eva María Muñoz Izquierdo.

Fuente:

Turisme Comunitat Valenciana.

Cámara de comercio de Valencia.

Invattur.