Joan Melé, Presidente de la Fundación Dinero y Conciencia y miembro del Consejo Asesor de Triodos Bank, cuenta con más de 40 años de experiencia en la banca y es un referente global de la banca ética. Crearon un modelo de banca en España que ya existía en Europa, al cual le pusieron la etiqueta de banca ética, llamada así porque la gente debe darse cuenta de que los bancos no tienen dinero, no son los propietarios del dinero, sino que gestionan el dinero de los clientes por lo cual es lógico que estos tengan el derecho y la responsabilidad de saber que se va hacer con ese dinero mientras no lo usan.

Comentó que para que un banco tenga la etiqueta de ético debe principalmente definir los criterios a la hora de invertir y dar los motivos de porque se invierte en ciertas cosas y en otras no y ser radicalmente transparente.

En multitud de ocasiones cuando puso en marcha el proyecto le decían si era posible que una banca fuera ética en tono jocoso a lo que él daba la respuesta de: ¿es posible que no sea ética y que sigas llevándole tu dinero? En la actualidad cuentan con 54 bancos y más de 40 millones de clientes y con 50 más en lista de espera.

Joan Melé en Futurismo Canarias 2019.

Joan Melé estuvo en Futurismo Canarias 2019 presentando su ponencia “La dignidad humana, base de una nueva economía”, y es que, para él lo humano debe prevalecer por encima de todo y la dignidad se nos ha arrebatado.

Explicaba como se ha venido insistiendo en el hecho de que los seres humanos debemos adaptarnos a los cambios, porque el mundo cambia constantemente, lo cual para él es un error, “nos adaptamos porque no estamos viviendo como seres humanos. Los animales se adaptan, los seres humanos no tienen porque hacerlo”. Estamos viviendo como animales porque vivimos con miedo y con el miedo no se toman decisiones humanas.

En la sociedad actual seguimos queriendo crecer olvidando que la finalidad no es esa sino madurar, y es que, nos estamos cargando el planeta porque “crecer” se ha vuelto el objetivo final.

Para Melé, el problema humano comienza porque no estamos educando, que debe consistir en ayudar a los jóvenes a que saquen todas las capacidades humanas que tienen sino insistimos en el hecho de que deben “ganarse la vida” lo cual confundimos con el término de ganar dinero.

Realizó un repaso por la historia, remontándose al Renacimiento, cuando nacieron las universidades, para buscar el conocimiento universal y que para él, hoy en día deberían llamarse “las parcialidades”, ya que recibimos un conocimiento parcial y se ha perdido la visión global. Con el tiempo se han ido eliminando las humanidades del sistema, que aunque muchos pongan en duda su necesidad, para él son las que nos hacen humanos y al suprimirlas la sociedad de deshumaniza encontrándonos con el problema actual.

“Necesitamos inteligencia humana, la que no es solo cerebral, la que comienza en la cabeza, baja al corazón y se convierte en compromiso social”.

Recalcó como se ha olvidado que el ser humano es un ser espiritual capaz de salir de las necesidades y hacer cosas no porque son necesarias sino por libertad y amor y esto se está arrebatando en la educación y también en el modelo económico. El amor y la creatividad es la dignidad humana.

Se ha globalizado la economía pero no se ha globalizado la conciencia y con esto lo que se produce es la globalización de la explotación humana, porque nada es barato y todo tiene un valor verdadero y cuando pagas algo por debajo de su precio verdadero es porque hay un coste oculto que por lo general consiste en personas trabajando en condiciones inhumanas.

En el mercado no existen leyes, existen modelos y nos empeñamos en seguir y repetir el modelo competitivo que destruye la tierra y provoca diferencias sociales cada vez más grandes en lugar de elegir un camino de libertad, creatividad y amor, poniendo al ser humano en centro de la economía y no el dinero.

“Se debe recuperar la comunión con la naturaleza y con el ser humano, perder el miedo y ganar en conciencia, entusiasmo y coraje para llevar este modelo adelante porque es necesario”.

Pero aún hay esperanza, y es que como comentó Joan está teniendo lugar un “tsunami de conciencia”, los jóvenes quieren un cambio, están cargados de ideales y valores y están buscando una nueva sociedad en la que ser libres de miedos.

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