El día 1 de diciembre se marca con el inicio del V Congreso Internacional de Tecnología y Turismo Fuerteventura 4.0. Celebrado en remoto, durante cuatro días – 1, 2, 9 y 10 de diciembre, – reúne a profesionales destacados del sector turístico, sanitario y educativo, creando un espacio único para presentar las distintas perspectivas sobre la relación del turismo con los distintos ámbitos.

Arranca su primera jornada con una mesa redonda que recoge las dos cuestiones más importantes de la actualidad: “Sanidad y turismo.” Moderada por Eduardo Parra, profesor de la Universidad de La Laguna en el ámbito de Organización de Empresas; Economía Digital y Turismo, contaba, entre sus ponentes, con Leocadio Martín, psicólogo y coordinador de “Cámbiate”; Juan Capafons Bonet, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad de La Laguna; y Amós García Rojas, epidemiólogo y presidente de la Asociación Española de Vacunología.

Como el hilo rojo de la mesa redonda, se habló sobre la pandemia como un momento de reflexionar sobre los fallos y los aciertos de la industria turística española. En estos momentos, remarcan todos los ponentes, la unión entre la sanidad y el turismo es más importante que nunca. «Siempre han sido una gran pareja”, comenta Juan Capafons, “y hay que seguir luchando para que sea así.» Y para lograrlo, es necesario reducir la incertidumbre y crear una sensación de seguridad, un elemento imprescindible para una buena experiencia del turista en los tiempos de coronavirus. En ello hace hincapié Leocadio Martín, remarcando que los visitantes de Canarias son, en muchos casos, “personas de riesgo”: jubilados o familias con los niños, y este entorno seguro es la clave para construir un destino al que querrán regresar en un futuro.

La cuestión polémica de las pruebas rápidas y las pruebas PCR también se trató durante la mesa de debate. “Estratégicamente, es igual de válida la prueba de antígenos que una PCR”, anuncia Amós García. Lanza, además, un mensaje de precaución, recordando que los test tan solo son un medio, y que es el fin último es “reducir los contagios”, aplicando el resto de las medidas aconsejadas por la sanidad, como el uso de la mascarilla, gel hidroalcohólico y responsabilidad colectiva. Es esa imagen de seguridad y control que ha de proyectar un destino turístico, y solo se consigue si hay comprensión y responsabilidad en todos los ámbitos de la vida cotidiana de un país.

Finalmente, se recalcó el hecho de que la salud y la economía dependen uno de lo otro: “en la pobreza, no hay salud”, animando a buscar un punto medio que permita un desarrollo seguro de las actividades turísticas. Al igual que durante la inauguración, llaman a no demonizar el turismo, sino buscar soluciones para subsanarlo. En palabras de Juan Capafons: Cuando estamos en situaciones excepcionales, las soluciones tienen que ser excepcionales. Hay una necesidad de tener un árbol de decisiones.” No puede faltar un mensaje final de ánimo: a pesar de la complejidad de la situación, comentan los ponentes, “saldremos adelante.” Se necesita calma, paciencia y colaboración de todos los componentes de la sociedad – los ciudadanos, las empresas y el Gobierno, – para superar la situación y salir de ella más fuertes que nunca.

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