Es indudable que nos encontramos ante uno de lo mayores retos que ha enfrentado el sector turístico. La información, a menudo contradictoria, muestra en su horizonte una única cosa clara, incertidumbre, y siendo realistas, es aquí donde debemos buscar las armas para afrontar una crisis sin precedentes. Muchos ya apuntan a que estas armas no son un secreto: la cooperación y el ingenio se presentan como los aliados para la reactivación de la economía una vez se reanude la normalidad.

«Presenciamos un cambio de paradigma. Es sabido que se está reformulando la manera en la que se hará el turismo mañana. Sin duda, el sector deberá cooperar y proponer estrategias para servir de tractor a la economía y no ser un lastre»

Más allá de que existen voces que defienden que el sector turístico tardará más en recuperarse y otras que defienden que será de los primeros en hacerlo, las preguntas que debemos resolver entre todos son las mismas: ¿Qué podemos esperar de los clientes cuando retomen sus viajes? ¿Exigirán un mayor nivel de seguridad en los vuelos, en los hospedajes y en el resto de servicios? Y las empresas, ¿cómo afrontarán las drásticas reducciones de ingresos? ¿Se deberán reducir las plantillas o se procurará limitar los despidos? Hay tantos interrogantes como se pueda imaginar, por suerte el modo en el que se deberán contestar es único: juntos.

Playa del Duque en Costa Adeje (Tenerife)

Mientras la sociedad centra sus esfuerzos en superar la crisis sanitaria provocada por el virus, es necesario que desde el sector turístico se vaya reflexionando para minimizar los impactos negativos que afectarán especialmente a las pymes. La pandemia nos ha enseñado que no podemos desligar el sector público del sector privado, enseñándonos que los países con un Estado fuerte serán capaces de tomar medidas para contener los contagios y, en consecuencia, volver a la normalidad lo antes posible, lo que promoverá la reactivación de la economía.

Especialmente los países que retomen los servicios turísticos antes podrán compartir sus estrategias con aquellos que aún se encuentren paralizados creando una cadena de efectos positivos que tendrá como fin la recuperación de liquidez a nivel global.

Canarias es una comunidad eminentemente turística, aquí todo lo planteado anteriormente es vital.

«Como destino turístico debemos ser los primeros interesados en salvar los obstáculos de la pandemia. Desde esta perspectiva, debemos trabajar juntos, todos los agentes implicados en el sector turístico deberán colaborar para dar forma a este nuevo mundo que está por crear»

Debemos esperar una mayor exigencia de protocolos y una puesta a punto en materia de prevención. Tendremos que ser los encargados de reavivar en el cliente las ganas de visitar nuestro destino con nuevas sugerencias y mejoras en los servicios, hacerles recordar todo lo bueno que nos puede aportar una visita a las islas. Este es el mapa que debemos esbozar juntos. El mapa del futuro.

Nunca nos habíamos enfrentado a algo así y por ello nunca había sido necesaria la perspicacia que tendremos que usar para que, mediante la colaboración del sector, no sólo exijamos un Estado fuerte y capaz de tomar medidas, sino que aunemos fuerzas para convertir el sector en una maquinaria donde la empresa, el cliente y el planeta alcancen una relación sana y estable.

Iván Marrero Bravo

 

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